INTIMIDAD

Palabras a golpes de fuego.
Sensaciones que explotan por emerger.
Opresión en el pecho por sentir.
Lo bueno y lo malo de ser yo.

viernes, 11 de enero de 2008

El paso de los años.



Sigo siendo consciente de las concordancias en mi vida.

Estoy leyendo un libro... "Los martes con Morrie" de Mitch Albom. Me lo prestó un desaparecido amigo. Lo empecé a leer por hacer prácticas con el catalán (en ese idioma lo tengo) al empezar el curso. No me engancha(ba). Una novela más... Pero... Mira por donde... Empiezo a llegar a temas que ya me tocan más la fibra.

Hoy, uno de los capítulos que leí hablaba del miedo a envejecer. La mayor parte de la gente se resiste a hacerse mayor. No quiere dejar atrás la juventud. Piensan más en que cada vez les quedan menos días de vida que en que cada día ha vivido un día más.

El tal Morrie tiene una enfermedad degenerativa y está en avanzado estado de desarrollo. Tiene ochenta y siete años... y conversa con un antiguo alumno de como es el proceso de morir.

El alumno le pregunta que cómo puede estar contento con haberse hecho mayor, envejecer. Que si no envidia los jóvenes. Y el viejo sabio le dice que él es feliz por que ya tuvo en su momento dos años, cinco años, quince años, veintitres años, treinta y siete años, cincuenta.... Él ya ha vivido esas edades... y aunque ha perdido capacidades motrices, algunas sensoriales.. ha ganado tanto y tanto en experiencia y sabiduría... Dice que la gente que desea volver atrás es por que se siente insatisfecho con su vida.

Todo ésto me ha hecho recordar una peculiaridad mía desde que soy bien jovencita:

En el colegio mis amigas de infancia querían llegar a tener dieciocho años para ser mayores de edad... yo esperaba llegar a los veinticinco, que era la edad en la que pensaba que uno ya empezaba a ser mayor.

Cuando llegué a los veinticinco, mi próximo objetivo era alcanzar los cuarenta. Era el momento de la fresca madurez: sabiduría y fuerza.

Ahora que ya he pasado por esa edad, espero llegar a los sesenta y cinco: Se acabó la vida laboral. Vivir lentamente, saboreando el paso del tiempo.. con la vida resuelta pero con muchas cosas por hacer.

Después de eso, supongo que tan solo viviré cada segundo, sin más... A donde la vida me lleve, ya será un regalo.

Por supuesto, en ningún momento he deseado volver atrás... siempre hacia adelante. Desde el hoy.

3 comentarios:

la danza de la vida dijo...

El leerte querida compañera de luz, te doy la razón, para que volver atrás? para vivir lo vivido? para negarse el presente? para no llegar al futuro?....no envejecer es como pedirle al rio que en vez de ir a desembocar al mar, vuelva a su nacimiento...el rio fluye como la vida, va hacia adelante aunque las piedras, la suciedad medio ambiental, y demás obstaculos le hagan su corriente más dificultusa...miedo a envejecer? acaso hay algun espirtu viejo? envejece el cuerpo, y aquellos que piensan que su alma tambien, es por que simplemente llevan tanto peso que sienten eso, carga, pero eso no es vejez..es estancamiento.
Allí conde nos lleven nuestros cuerpos, jovenes o viejos querida hermana, sabremos que por muy lejos que esten, por muy diferentes que se hayan transformaDO por el paso de eso que se llama tiempo, sabemos que tu alma joven y mi alma joven siempre estaran unidas por los lazos del amor....Mil besos querida amada

Dejame que te cuente dijo...

Me emocionas con tus palabras...
te he leido todo...pero me detengo en este post...kizas por que la vejez es un tema que me conmueve...
kizas sea ese miedo a padecerla...kizas esa sensacion de desamparo que senti con mi abuelo...
no se....
solo desearia que todos los ancianos tuvieran paz ...solo eso...

un beso grandisimo niña...
me encanta venir a verte...
(sigues poniendo unos videos preciosos)

Bicho dijo...

Creo que la traducción al castellano es "Martes con mi viejo profesor". Yo también he leído ese libro. No es que me marcara especialmente, pero es recomendable para aquellas personas que están confusas y no se paran a apreciar los pequeños detalles de la vida.

Es la primera vez que paso por aquí, pero creo que me dejaré caer más a menudo.

Un saludo!

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