INTIMIDAD

Palabras a golpes de fuego.
Sensaciones que explotan por emerger.
Opresión en el pecho por sentir.
Lo bueno y lo malo de ser yo.

sábado, 17 de julio de 2010

El idioma de las palabras




Siento que lo importante en la vida es el "qué deseas", pero internamente me doy cuenta que de cara a los demás, lo importante no es "el qué", sino el "cómo".


Dices que deseas amar y ser amada.

Y parece fácil, sencillo, cualquier amor vale.

Pero no, no es cierto.

El amor también tiene forma.


Hay muchas parejas donde decir "lo hice por que te amo" nos recuerda algún tipo de maltrato.

Esas personas piensan que están amando a sus parejas.. pero no, no es cierto.

El amor tiene forma.

Y esa, no es la forma.


Amar al otro como si no te perteneciera, como si no te tuvieras que involucrar en su vida, como si tan solo estuvieras a su lado, de forma sencilla, silenciosa, respetuosa y natural.

"Te amo" me dices constantemente, pero me estás inundando con tu amor.

Porque en realidad me estás diciendo "Te quiero", con todo lo que de posesión lleva.

Y porque en realidad, me estás diciendo "Quiéreme".

Esa Necesidad tuya de ser amado, te lleva a dar esperando recibir; te empuja a buscar y buscar, pedir y pedir, hasta que la búsqueda y la petición se convierten en pérdida de lo que no llegaste a tener.


"Te amo", como a todos los seres de este nuestro Universo, con la particularidad que te da pertenecer a mi pequeño Universo.

"Te amo" y me relajo, me da libertad, tranquilidad, complicidad, risa y aliento.

Pero... tan solo "Te amo".

Poco o mucho, no lo voy a limitar.

Amo sin más.


¿Me llegarás a captar, a entender, a apoyar?

Ojalá.

viernes, 9 de julio de 2010

Tiempo de cambios




Cuando yo nací, mi padre casi tenía la edad que yo tengo ahora.

Vivíamos bajo la presión de un régimen opresor.

Todo tenía un tono gris, opaco.


Mayoritariamente, los hombres se encargaban de traer el sueldo a casa, y aunque las mujeres empezaban a "ganarse la vida" fuera de casa, ni se cuestionaban que las tareas domésticas las hicieran los hombres.. Eran de su responsabilidad.

Era de hombres beber, fumar y el futbol... No existían las cremas para hombres, con el Floid había suficiente.


A medida que yo crecía, el color del cielo cambiaba suavemente a un celeste que nos hablaba de apertura.

Ahora ya se nos educaba en la conciencia de que deberíamos trabajar fuera de casa para sustentar la economía doméstica.. como una ayuda, no como aporte principal.

Fumar te hacía parecer mayor, más interesante, más libre e independiente. Estaba bien visto.

Se nos escuchaba aunque no teníamos poder alguno.

Muchas, como yo, no sabíamos si podríamos llegar a algún sitio.


Unos años más tarde, nacía mi hija.

Ella llegó a este mundo sin saber que ahí fuera existía un mundo lleno de injusticias.

Ha crecido en libertad, siendo considerada y valorada.

Ha llegado justo en el momento en que elegimos eliminar el humo de todos nuestros espacios públicos. Ya no es "guay" fumar, ni beber, ni ser avasallada por un hombre, por un jefe, por nadie.

Cree que podrá ser lo que quiera ser.


Y todo ésto, este giro de ciento ochenta grados, está ocurriendo en menos de una vida humana.

Evidentemente no puedo saber cómo percibían de rápido el paso del tiempo las generaciones anteriores, pero estoy casi segura que no era tan acelerado.. y sino, solo hay que darse cuenta de cuánto tiempo duró el periodo de la Edad Media, donde casi todo permanecía inmovil durante los siglos.


No sé que pasará hasta el final de mis días (aunque no sé lo que me queda, cuento con la duración de una vida normal), creo que todo habrá cambiado hasta el punto de no creerlo.


Tan solo reflexionaba en voz alta...

lunes, 5 de julio de 2010



La máxima aspiración del budismo es vivir libre de sufrimiento.

En otras filosofías o religiones se piensa que el sufrimiento es camino de aprendizaje, que hemos de estar contentos y orgullosos de vivir situaciones intensas e incluso dolorosas pues serán éstas las que nos enseñarán las grandes lecciones de vida.


El equilibrio, según mi creencia, es vivir en paz, de forma armoniosa, independientemente de las experiencias que la vida te ponga delante, con rasguños o sonrisas, sacando el mejor partido a lo vivido y la mejor lección aprendida.

El "cómo" casi que es lo de menos. A fin de cuentas, la mayoría de las veces no escogemos cómo vivir nuestra vida. Es la vida misma la que se encarga de buscarnos el camino por el que debemos pasar para llegar a destino con el mayor conocimiento posible.


Escogemos estudios, carreras, amigos, parejas, trabajos... aunque muchas veces son esos elementos los que nos escogen a nosotros; es la vida en sí misma la que nos empuja a andar por un sendero u otro.


Hay personas que se sienten afortunadas, y lo son, ya que tienen la vida que quieren. Coincidieron sus intereses con aquellos que cayeron en sus manos sin apenas esfuerzo.

Otras personas, sin embargo, han tenido que aprender la lección más importante de sus vidas mientras caminaban por ese sendero: aceptar lo que llega como aquello que mejor pueden esperar y aprender de ello, con ello y para ello.


Sin embargo, muchas de las personas que se han encontrado con un programa de vida relativamente fácil, cómodo, sencillo, feliz... han optado por complicarse la vida en beneficio de otros, para y por los demás seres que no han sido tan afortunados. Dejaron sus vidas fáciles, sencillas y emprendieron aventuras descabelladas donde cada paso era un nuevo reto, a veces incluso de vida o muerte, y lucharon encarnizadamente por aquello que creían justo para toda la humanidad. Me estoy acordando de esos nombres que nadie olvida, como son la madre Teresa de Calculta, Gandhi o Vicente Ferrer. A pesar de mis propias palabras, siento que su mayor felicidad estuvo en hacer felices a otros para hacerse felices a sí mismo, no como búsqueda de este resultado, sino como producto de todo el esfuerzo, devoción, emoción y amor puesto en su cometido.


Hoy mi reflexión me lleva a ellos y me deja una sensación de paz que no tenía cuando empecé a escribir. Y eso que ni siquiera sé si pertenezco a los que vinieron con las peticiones aprobadas o tan solo cambiaron su rumbo a medio camino buscando otra realidad. Que más da!!





Regalos que recibo