Hoy necesitaría unos brazos en los que refugiarme.
Es una de esas noches en que no me quiero acostar por no encontrarme una cama vacía.
Y tengo miedo.
Hace un tiempo decía: tengo miedo a no tener miedo.
Por suerte, tengo miedo. Pero ese miedo me altera en la quietud.
Quiero sentir, experimentar, vibrar, vivir... pero... creo que le estoy poniéndo puertas al campo.
Eso, en teoría, debe ser bueno, conveniente. Pero me entristezco cuando retengo mis ganas de volar. Estoy cansada de emprender el vuelo y estrellarme en el vacío. Estoy cansada de eso. Pero a la vez, me muero por volar.
Alguien me presta atención y vuelo. Pero ahora no me dejo. No quiero elevar mi vuelo. Tengo miedo. Me da miedo sufrir de nuevo. Me da miedo equivocarme, no saber elegir, escoger, saber lo que es acertado de lo que no lo es.
Mejor me voy a dormir. Debe ser el cansancio que me hace desvariar.
Buenas noches soledad.
3 comentarios:
Hola, he encontrado tu rincòn desde Tamara y solo quisiera decirte que son todos muy bonitos y llenos de sentimiento....
Un abrazo desde Italia, Roma
Fabiana
Es normal tener miedo y, a veces, no atreverse.
Verás que cuando llegue el momento echarás a volar sin ni siquiera pensarlo y te reirás de ese miedo.
Besos.
No perdis mai la il.lusió ni les ganes de volar!
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