INTIMIDAD

Palabras a golpes de fuego.
Sensaciones que explotan por emerger.
Opresión en el pecho por sentir.
Lo bueno y lo malo de ser yo.

viernes, 9 de julio de 2010

Tiempo de cambios




Cuando yo nací, mi padre casi tenía la edad que yo tengo ahora.

Vivíamos bajo la presión de un régimen opresor.

Todo tenía un tono gris, opaco.


Mayoritariamente, los hombres se encargaban de traer el sueldo a casa, y aunque las mujeres empezaban a "ganarse la vida" fuera de casa, ni se cuestionaban que las tareas domésticas las hicieran los hombres.. Eran de su responsabilidad.

Era de hombres beber, fumar y el futbol... No existían las cremas para hombres, con el Floid había suficiente.


A medida que yo crecía, el color del cielo cambiaba suavemente a un celeste que nos hablaba de apertura.

Ahora ya se nos educaba en la conciencia de que deberíamos trabajar fuera de casa para sustentar la economía doméstica.. como una ayuda, no como aporte principal.

Fumar te hacía parecer mayor, más interesante, más libre e independiente. Estaba bien visto.

Se nos escuchaba aunque no teníamos poder alguno.

Muchas, como yo, no sabíamos si podríamos llegar a algún sitio.


Unos años más tarde, nacía mi hija.

Ella llegó a este mundo sin saber que ahí fuera existía un mundo lleno de injusticias.

Ha crecido en libertad, siendo considerada y valorada.

Ha llegado justo en el momento en que elegimos eliminar el humo de todos nuestros espacios públicos. Ya no es "guay" fumar, ni beber, ni ser avasallada por un hombre, por un jefe, por nadie.

Cree que podrá ser lo que quiera ser.


Y todo ésto, este giro de ciento ochenta grados, está ocurriendo en menos de una vida humana.

Evidentemente no puedo saber cómo percibían de rápido el paso del tiempo las generaciones anteriores, pero estoy casi segura que no era tan acelerado.. y sino, solo hay que darse cuenta de cuánto tiempo duró el periodo de la Edad Media, donde casi todo permanecía inmovil durante los siglos.


No sé que pasará hasta el final de mis días (aunque no sé lo que me queda, cuento con la duración de una vida normal), creo que todo habrá cambiado hasta el punto de no creerlo.


Tan solo reflexionaba en voz alta...

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