Tan solo hace falta más tiempo.
Esta sensación entre agobio y satisfacción sé que es el camino correcto.
Recuerdos de un tiempo pasado.
Dejar fluir el día... con su noche.. con su aburrimiento.
Cansándome de no hacer nada,
buscando el momento en que todo se ponga en movimiento
por propia inercia, por puro deseo.
Necesito más tiempo, Universo.
Regaláme una vida entera de momentos vacíos
para poderlos llenar desde dentro.
Hoy no salí de estas cuatro paredes en todo el día.
Me moví a destiempo.
Abrí los ojos cuando el sol ya llevaba rato luciendo.
Cambié la cama por el sofá.
Y me seguí perdiendo en el tiempo sin tiempo
dejándome divagar en ningún pensamiento.
Cuando el sol empezó a menguar
cuando el cielo se tiño de negro
es cuando empezó a crecer mi necesidad
de hacer algo, de oir rumores nuevos.
El teléfono siempre presto
a contactar con alguien externo
que te devuelve a la realidad.
Y necesito compensar este silencio
que solo rompe el aburrimiento.
Y aunque parezca ilógico e irracional
es lo que más deseo.
Disfrutar mucho más
de este tedio
que hace que me meta dentro
cuando fuera no encuentro.
Ojalá el tiempo
se detuviera en el reloj
no avanzaran sus manecillas
aunque el mundo siguiera girando sin parar
para poder alargar
este estar pero no estar,
este entrar sin ser consciente de a donde entro.
Comunión entre alma y cuerpo
me relajo por fuera, me destenso por dentro.
Un verano más
sueño con aquel que hubo un tiempo
que me trasladó
a un mundo bello
radiante de felicidad
donde solo estaba sola
conmigo y mis sueños.
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