Cosa rara

No me apetece nada salir de casa. Tengo la excusa perfecta: mi dolor de espalda. Ni a trabajar, ni a meditar, ni a los encuentros de luna llena, ni a ningún sitio... No quiero salir de aquí. Me gusta estar en mi casa, con mi cojín de calor en la espalda, con un libro entre las manos, con una música agradable.. haciendo lo justo e imprescindible. Quisiera vivir así toda la vida!! Solo salir de vez en cuando.

Recuerdo en la niñez, cuando la vida no era tan ajetreada, solo trabajo y casa, nunca oía a nadie quejarse de no tener tiempo. La gente estaba cansada. Los días no eran tan largos. Se veía algo la tele (lo poco que se podía) y luego, a la cama. No se trasnochaba tanto. No se exigía hacer tantas cosas: inglés, gimnasio, yoga, taller de cocina, mecánica del automóvil... Y si que es cierto que la sociedad ha avanzado, que las personas han crecido individualmente.. pero.. yo me pregunto.. ¿para qué? ¿es necesario tanto esfuerzo?

Soy la primera que quiere crecer; que no se queda anclada en el ayer; que desea extender las alas y volar... pero estos días de "cautiverio" me están sentando bien (si no fuera por el dolor, sería perfecto!). Siento como la agenda se llena cada día más. Ya no quedan libres ningún fin de semana hasta finales de marzo casi. Todo se va llenando y no dejo ningún tiempo a la improvisación. Y tal vez será eso, que lo hecho de menos. Cuando nadie me reclamaba, Cuando en mi soledad me quejaba de no tener qué hacer o con quien quedar.

Pero si es que nunca estamos contentos!!!

Que gran contradicción.... esa soy yo.

Solo sé que no sé nada.